Modalidades de seguros de moto

Modalidades de seguros de moto

España es un país con una fuerte tradición motera, y no sólo en lo que respecta al seguimiento de los grandes ídolos (Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo, Valentino Rossi, Marc Márquez) del motociclismo por televisión o internet sino en la propia práctica:

en el manejo extendido de las mismas tanto por motivos laborales como en nuestra rutina diaria o simplemente como una manera de disfrutar el tiempo de ocio.

Las cifras no mienten, y en nuestro país hay actualmente cerca de 150.000 personas que cuentan con un carnet de moto. Un sector de la población importante en el que, por supuesto, han reparado las compañías de seguros, quienes ofrecen numerosas modalidades de seguros de moto adaptables a las necesidades e inquietudes de los motoristas.

Por encima de los nombres de las firmas, veamos cuáles son las principales modalidades de seguros de moto que existen actualmente en España en atención a las coberturas que ofrecen. Hablaremos de tipos de pólizas de una manera global, puesto que en la mayoría de los casos están sujetos a multitud de cambios y modificaciones a acordar entre la empresa y el asegurado dada la flexibilidad que permite el mundo asegurador en la actualidad. Pero a grandes rasgos podemos clasificarlos en:

  • Seguro básico: destinado especialmente a los que pretendan estar cubiertos en lo necesario, invirtiendo una cantidad pequeña de dinero. Normalmente son usuarios que no utilizan demasiado tiempo su moto y le dan un uso práctico, no necesitándola a la hora de desarrollar su trabajo ni empleándola tampoco en sus momentos de ocio. Cubre la responsabilidad civil obligatoria (ofreciendo en este sentido la posibilidad de contratación de otras coberturas), los accidentes personales y en la mayoría de los casos permite disponer de asistencia en viaje o ayuda jurídica en caso de necesitarla.
  • Seguro ampliado: cubre, además de las coberturas básicas ya citadas, eventualidades relativamente frecuentes por desgracia entre los dueños de moto. Nos referimos a la posibilidad de un robo, de un incendio en la moto o de cualquier daño producido en ella a causa de los fenómenos de la naturaleza, que en ocasiones pueden ser inclementes con nuestro vehículo tras haberlo dejado en la calle… y a veces aunque se deje estacionado en un garaje (como por ejemplo inundaciones).
  • Seguro total: denominado a todo riesgo. Para los que usen la moto muy a menudo y quieren estar totalmente tranquilos ante lo que pueda suceder, ofrece cobertura ante cualquier eventualidad imaginable y aporta multitud de garantías y servicios extra. En cuanto a lo primero podemos hablar de los daños al propio vehículo tras un accidente, a los daños en el casco o en cualquier parte específica de la moto o los producidos por impacto o vandalismo; en lo que respecta a lo segundo, hablamos de revisión anual gratuita, reposición de material dañado, gastos de hospitalización, incapacidad e incluso fallecimiento, gestión de multas… En definitiva, pese a su mayor precio -o gracias a él- aportan al conductor una tranquilidad total al saber que la compañía de seguros se hará cargo de casi cualquier situación que se pueda producir.

También debemos referirnos a una cuestión importante a valorar a la hora de contratar un seguro de moto: la llamada franquicia. Al recibir la información sobre las coberturas y los servicios de una determinada póliza veremos frecuentemente si queremos contratar una cobertura con o sin franquicia. En el primer caso el seguro cubrirá lo que hayamos contratado hasta los límites que se acuerden; en el segundo la aseguradora únicamente se hará cargo del importe de los gastos que sobrepasen la cantidad elegida por el cliente, denominada franquicia, mientras que éste deberá abonar el importe de los que sean menores a la misma.

Pongamos un ejemplo: si el asegurado contrata una cobertura por vandalismo con una franquicia de 300 euros y acaba sufriendo daños a causa de este motivo por 500 euros, deberá hacerse cargo del pago de 300 euros y los restantes 200 euros correrán a cargo de la aseguradora. Como es obvio las coberturas franquiciadas resultan mucho más económicas dado que la protección que ofrecen ante las eventualidades es menor. Todo depende, como siempre, del criterio del cliente a la hora de decantarse por una u otra modalidad.

Hay que resaltar también que numerosas compañías, al igual que sucede en el caso de los seguros de coche, incentivan la buena trayectoria de los conductores seguros, los que pueden presumir a lo largo de los años de no haber tenido ningún percance o accidente (aunque por desgracia sea algo que no depende sólo del titular del carnet) con bonificaciones económicas, gracias a descuentos en la prima anual, semestral, trimestral o mensual en el pago del seguro contratado.